20 jun 2012

Deudas con la vida

Publicado por Ewinor



El susurro de la noche se contempla en tu mirada que hace suyo, por derecho, ese otro mundo por conquistar. Tus latidos pasean, tu nariz desprecia las prisas, tus manitas descansan. Y sonríes. Y, ahora, ya no me amas. ¿Qué tendrás en ese mundo?

Y acaricio tu cabeza que yace sobre mis piernas, como una niña tierna sobre el cuerpo de su padre; y te vendo una sonrisa que jamás verás, nunca, y mis labios susurran poemas que no oyes. Te pierdes lo que, dices, aquí anhelas... ¡y sonríes! No me amas. ¿Qué tendrás en ese mundo?

Acuesto entonces, yo, mi atolondrada cabeza, que sutilezas desprecia por instinto cultural pero es mi alma quien gobierna y tu sonrisa contempla. Porque sonríes. Que no me quieres ya. ¿En ese mundo qué tendrás?

Y me tumbo yo a tu lado, abrazados hasta el corazón y en tu suspiro me relajo y me deleito con la esencia de tu cuello calmado y te beso la frente, hoy, que te dejas besar. Que no me quieres, pues de noche te me marchas, y dormida sonríes más. ¿En ese mundo qué tendrás?

Dormidos ya ambos, la razón me has de dar. Sueño contigo, soñamos juntos y ahora, sí, sonríes más. <<¿Que qué tengo en ese mundo?>>, me dirás al despertar, <<sigo teniendo tu sonrisa, tu abrazo y tu mirar. Y me acuesto, al fin, contigo; y no con tu pensamiento, que calor no da>>. Y comprendo entonces, cariño mío, que aún me amas de verdad. Que si sonreímos más de noche es porque nos tenemos de verdad. La vida nos mantiene lejos... ¡Caro lo ha de pagar!
  
Texto: Albi (@albivioleta)
Foto: Ewi (@Ewinor)

1 comentario: